UN VERANO NO TAN AZUL

Gracias al tratamiento que tengo desde hace casi 5 años tuve dos años maravillosos en remisión y sin ningún síntoma. Me había olvidado en parte qué era sentirse mal, quedarme en casa por no encontrarme bien o cancelar más de algún plan por no sentirme segura fuera de casa.

Después de la última recaída que tuve, he notado cómo los cambios de estación hacen que mi cuerpo se descontrole. Llevo dos veranos sin apenas poder disfrutar mucho de la playa, el sol y las fiestas porque es llegar el calor y a mi cuerpo le da un bajonazo impresionante (y eso que soy de Galicia y mi calor no es el del sur). La verdad es que después de hablarlo con mi doctora, no encontramos un motivo "científico" para saber porque me afecta tanto el cambio de estación, ya que en casi seis años que llevo con la colitis, solo me ha pasado estos dos últimos veranos. Lo cierto es que si ahora pienso en el verano no quiero que llegue porque en mi interior tengo ese miedo de volver a recaer.

En verano siempre se suele estar más tiempo fuera de casa y cuando te pasas medio día sentada en el váter, pues es un poquito putada. A veces cancelo planes con mis amigos porque no quiero condicionarles a dejar de hacer x plan porque la niña se caga 24/7. La suerte que tengo es que a ellos no les importa y siempre encontramos un plan alternativo. Cuando me dan mis rayadas, en parte digo "Bueno, mejor que sea en verano porque la verdad, perderme las clases y faltar al trabajo no es que me haga mucha ilusión". Obviamente quiero disfrutar de mis vacaciones, que para algo me lo curro el resto del año, pero que le vamos a hacer. Si pudiésemos saber cuando nos van a venir los brotes, creo que nos quitaríamos muchos miedos e inseguridades de la cabeza. 

Esto de cómo afectan los cambios de estación no solo lo he notado yo, he hablado con muchos amigos y amigas y también me dicen que les afecta una pasada. Por mucho que pasen los años y cada día sepamos más sobre nosotros mismos, al final este Alien siempre nos acaba sorprendiendo. Algunos es llegar el otoño y pum, nuevo brote. Otros no tardan ni una semana en coger un resfriado, una sinusitis o cualquier cosa que haya en el ambiente; es la putada de no tener defensas. 

En fin, ¿la vida sigue no? Pues nosotros no podemos quedarnos atrás. 

Dicen que de todo en esta vida se aprende, así que habrá que aprender de esto también ¿no?. El año pasado hice muchas más cosas que el anterior y todo porque no he querido desperdiciar el verano comiéndome la cabeza. Obviamente, me rayé. Pa que mentir. A veces soy insoportable, lo sé, pero hay que quererme como soy.

Así que ya sabéis.

Carpe diem porque tempus fugit.

(la carrera me afecta demasiado).