73 DÍAS DESPUÉS

Parece que después de dos meses y medio hemos "vuelto" a la "normalidad". El lunes 25 entramos en la fase 2 en Galicia y parece que la vida vuelve a las calles poco a poco. Obviamente no todo el mundo está cumpliendo las normas (cosa que odio y por la que protesto bastante), pero quitando a los cuatro de siempre, no me puedo quejar de lo que he visto estos días en los que he hecho algo más que dar un paseo.

Esta cuarentena ha sido como un brote para mi. He estado sin salir de casa, sin ver a mi familia ni a mis amigos y amigas y sin poder hacer planes. En parte, pienso que los que tenemos EII tenemos "ventaja" en esto de vivir una cuarentena porque nosotros/as mismos/as ya nos hemos tenido que quedar en casa por nuestra enfermedad. Han sido días buenos y días muy malos en los que la casa me absorbía y no sabía ni qué hacer. Tener la ayuda de mi psicóloga hizo, entre otras cosas, que no se me fuera la pinza y cayese en Tik Tok. Pertenezco a la resistencia (jajaja). La verdad es que aún me cuesta eso de estar en sitios muy concurridos y me recuerda mucho a cuando tuve ansiedad social y no era capaz ni de entrar en un centro comercial. Por suerte, Miguel (mi novio y la persona con la que vivo) me ha arrastrado a pasear todos los días desde que se instauró la fase 1. Gracias a eso conseguí relajarme bastante y disfrutar de las preciosas vistas de mi ciudad (como mi Coruña no hay nada, lo siento). 

El 14 de mayo fue el cumple de mi mami y no lo celebramos en familia porque ella se preocupa mucho por mi y aún no quiere que quedemos en sitios cerrados. También fue el cumple de mi hermano diez días después y ese si que pude celebrarlo con él. La semana pasada pude quedar con mis mejores amigas y disfrutar de la puesta de sol juntas en la playa, cotillear y reírnos mucho juntas, algo que realmente echaba de menos. Además, ayer estrené la temporada de playa y no pude ser más feliz.

Por otra parte, cada vez que salgo y veo a la mayoría de personas con mascarilla, me doy cuenta de que la vida que conocíamos está cambiando día a día y me da miedo. Me da miedo que la gente ya no quiera conocer a personas nuevas, que tema dar un abrazo o incluso querer enamorarse por nuestra "nueva normalidad". Somos seres sociables, nos gusta el contacto y no me gustaría que eso se perdiese. Hay que tener claro que hasta que la cura del Covid-19 se encuentre, tenemos que tomar precauciones, pero lo que no tenemos que dejar de hacer es... Vivir. Y ahora más que nunca, todos/as tenemos la oportunidad de valorar las pequeñas cosas: un paseo, un café en una terraza, una comida con la familia, etc. Todo eso hace que nuestra vida sea mejor y, ahora que sabemos que durante un tiempo eso dejó de ser la "normalidad", es nuestro deber valorarlo al máximo.

Y vosotros/as, ¿Qué es lo primero que habéis hecho?