JORNADAS DE JÓVENES '19

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Estas han sido mis terceras jornadas de jóvenes de ACCU España, y sin duda, han sido las mejores porque he traído a todos mis amigos/as, a mi familia... A mi casa, a mi ciudad.

A Coruña os echa de menos, y yo también.

Aunque han sido las mejores, también han sido muy diferentes puesto que la que se encargó de organizar todo lo que supone traer a 30 personas de toda España aquí, fui yo (con ayuda, claro). No ha sido fácil, os mentiría si os dijera lo contrario. He tenido momentos de estrés, muchos problemas personales que me hicieron replantearme si seguir adelante o no, pero sin duda volvería a hacerlo otra vez solo por ver como todos han disfrutado esos cuatro días.

Cuatro días de risas, alguna que otra lágrima por supuesto, diversión y sobre todo, una carga de pilas para poder con todo el año que nos queda por delante hasta que lleguen las siguientes. Además, en estas jornadas había más nuevos que veteranos, algo que nunca había visto y por lo tanto algo muy bueno, pero por lo que había que esforzarse más aún. Teníamos el deber de enseñarles lo que es y lo que se siente estando en nuestra familia, en la familia ACCU.

En cuatro días he dormido unas veinte horas como mucho y he acabado como si me hubiera pasado una apisonadora por encima, pero sin duda mereció la pena. Desde el primer juego que hicimos de ``Aprende gallego con Yoli´´ porque obviamente tenían que aprender un poco de la tierra que visitaron y que mejor que explicándoles en un juego qué es el famoso carallo. La primera velada nocturna en la que poco más y nos sacamos los ojos unos a los otros porque más que un grupo coordinado éramos patos mareados. Actividades en las que me pico como una niña pequeña por ganar y me pongo más ansiosa de lo normal si cabe. Una primera noche que dio para que nos matásemos unos entre otros con el juego del Vampiro, en el que a partir de ahí ni nos atrevíamos a ir de dos en dos y siempre íbamos en grupitos por si alguno de nuestros compañeros iba a decirnos ``Aquí te pillo, aquí te mato´´ y darte un mordisco que ni el beso de Judas fue tanta traición comparado con esto.

Segundo día con un madrugón y sin apenas dormir por quedarnos hablando hasta las 3 de la mañana. Nos tocó la visita guiada a mi ciudad, A Coruña, en el que la guía turística nos hizo reír más de lo que aprendimos con ella. Una subida a la Torre de Hércules que a alguno le hizo replantearse cambiar de pulmones por tanta escalera, pero que mereció la pena llegar arriba y ver el Atlántico e Irlanda (según nuestro Breogán). Una visita por el casco antiguo de la ciudad y la foto obligatoria en la plaza de María Pita antes de ponernos a comer (que ya teníamos bastante hambre). Cata de pulpo, de raxo y muuucho calor (para los que decían que aquí hace muucho frío, blandengues). En cuanto llegamos al albergue nos fuimos unos cuantos a la playa a darnos un chapuzón (que por cierto, teníamos la playa a cinco pasos de nuestro albergue jeje).

Una ducha corriendo y a la charla de Fitness Emotional que nos dieron mis toledanas, María y Estefi, en el que cree un vínculo impresionante con mi canariona guapa, Lucía, básicamente porque las dos acabamos llorando como magdalenas. Una experiencia impresionante, que realmente me dejó sin palabras. Un poco de relax antes de cenar y de los juegos nocturnos (que por cierto, ya habían matado a 7 personas en el juego del vampiro, yo aun seguía viva jeje).

Segunda velada con un juego de enigmas en el que la competición se asemejaba a los juegos olímpicos, todos queríamos ir a por el oro. Pero gracias a nuestro super moni conseguimos quitarnos toda la tensión con el Quinque y el Cunque que casi matan a Claudia de un ataque de risa.

Tercer día y empezamos fuerte, dos horas de ruta de kayak en la que me dejé el poco pulmón que me quedaba después de subir la Torre. En el que se notaba que César y Ceci eran asturianos y solían ir al descenso del sella porque nos llevaban kilómetros de distancia, cabrones. Otra ducha súper rápida para llegar a tiempo a la charla del Dr. Manuel Barreiro sobre la actualización en los tratamientos en la que pudimos aprender más acerca de nuestras EII. Una comida en la que algunos de nuestros socios/as de ACCU Coruña se animaron a venir y conocer a los participantes de las jornadas, además de nuestro presi y vicesecretario.

Por la tarde, mientras los coordinadores nos reuníamos para tratar los temas en los que vamos a trabajar y los proyectos que vamos a realizar a lo largo de este año, los demás aprovecharon para hacer tiro con arco (aunque algunos se escaparon a echar una siesta para reponer fuerzas, que envidia). La merienda para reponer fuerzas y... A por la gymkana! Una gymkana patrocinada por la farmacéutica Takeda en la que nosotros fuimos los primeros en probarla y que servirá como ensayo para hacerla a nivel nacional en nuestro día mundial! (obviamente, también me piqué mazo).

Última cena de estas jornadas en la que la empanada y el churrasco triunfaron por todo lo alto, pero no tanto como el conxuro y la queimada, donde el fuego nos unió más de lo que ya estábamos en tan solo tres días (por cierto, solo 3 personas quedaban vivas en el vampiro). Aprovechamos también para ver las fotos y los vídeos que David, nuestro monitor, nos hizo en la ruta por kayak, y una vez acabado todo eso... Se daban por finalizadas las jornadas de este año.

Aunque aún faltaba lo mejor, y lo peor... Las valoraciones.

Obviamente, acabé llorando como si no hubiera fin, pero no fui la única. Después de todo, de que todo acabase, mi cuerpo hizo ploff... Todo el trabajo que había estado haciendo durante nueve meses había terminado, y todo había salido genial. En ese momento, el cansancio acumulado de todos esos días apareció de golpe y me tumbó, así que no tardé en irme a la cama.

Llegó el día, tocaba marchar... Ese día no dejé de abrazar a todo el mundo y de agradecerles el que hubieran venido. Hacer las maletas me costó demasiado. Pensar que todos ya se volvían a casa...

Morriña.

Eso es lo que siento ahora al pensar en que ojalá pudiera volver a esos cuatro días.

Estoy deseando que pasen los días para volver a reunirme con mi familia.

Os quiero a todos, a las 27 personas, de las que 16 sois nuevos en mi familia, pero ya estáis en mi corazón para siempre.

Hasta el año que viene!

GMAIL: Yoly3097@gmail.com
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