EII EN PAREJA

La relación entre mi colitis y yo empezó hace cinco años, cuando yo tenía 17. En esa
época de plena adolescencia había una cosa que estaba en mi mente a todas horas: los
chicos. Si ya es difícil la cosa de por sí, imagináoslo con una EII; y como se lo digo, que
pensará, ¿Se lo tomará bien?... Todo tipo de pensamientos aleatorios que se te llegan a
pasar por la cabeza.

Cuando tenía 18 años conocí a mi primer novio; nos conocimos en verano y al poco
tiempo ya empezamos nuestra relación. Le conté bastante rápido que tenía colitis y, a
pesar de no saber lo que era, gracias a su padre, que es médico, supo entender de que se
trataba. No le dio importancia cosa que yo agradecí, ya que por aquel entonces aún no
había aceptado mi enfermedad. Si nos ponemos a hablar de temas sexuales pues bueno,
como yo fui virgen hasta mi primera relación, en mi cabeza estaba grabado que yo y el
sexo no nos íbamos a llevar bien, pero al final es siempre lo mismo; confianza.
Aunque las cosas con él no fueran todo lo bien que me hubiera gustado porque me cogió
en una etapa muy difícil tanto física como emocionalmente, fue una de las personas que
hizo que después de haberlo dejado yo volviese a disfrutar de la vida y que por fin
aceptase mi enfermedad. Nuestra relación duró aproximadamente un año y medio.
Quitando todo lo malo que la colitis trajo consigo (inseguridad, dependencia, cambios de
humor, etc.) él me hizo ser feliz en una de las etapas más duras de mi vida.

Actualmente llevo un año y medio con mi novio, Miguel. La verdad es que la forma en
la que llegó a mi vida fue totalmente inesperada, pero fue una grata sorpresa para mí. Para
el la palabra ``colitis ́ ́ era desconocida y al igual que a mi ex novio le conté bastante
rápido lo que es y lo que conlleva. La verdad es que lo que literalmente le dije fue: ``Tengo
un blog en el que escribo sobre mi vida, quiero que lo leas y me digas que opinas sobre
eso ́ ́ y así fue; lo leyó y desde el minuto uno se interesó por todo lo relacionado con las
EII. Fijaos lo que mucho que se llegó a interesar que ya es socio de nuestra asociación,
ACCU Coruña, con la que colabora activamente y me ayuda en un montón de cosas que
tengo que hacer como coordinadora. Además de eso ya me ha acompañado a las que han
sido sus primeras jornadas (para mí las segundas) en Alcalá de Henares donde según lo
que me ha contado ha aprendido mucho acerca de mi enfermedad y de la de Crohn y ha
hecho un montón de amigos. Por si aún fuese poco, este año las jornadas las organizo yo
en mi ciudad, y obviamente, el también está metido en el embrollo que va a ser traer aquí
a tanta gente.

Una de las cosas más importantes en la vida para mí es la sinceridad, y quien me conoce
sabe que la sinceridad no me falta y no me corto un pelo en decir lo que pienso. Y tanto
para la vida como para las relaciones es (o debería) algo esencial y es por eso que pienso
que nuestra relación como pareja es tan buena. Obviamente no es agradable decirle a tu
pareja que alguna vez te has cagado encima y que no va a ser la única por desgracia;
tampoco es fácil aguantarte esos malditos gases que a veces tenemos... ¡Pues suéltalos!
Si es que al final le damos demasiada importancia a cosas que en realidad no la tienen.

Claro que preferiría no tener la colitis y evitar el irnos de paseo de vez en cuando por
urgencias, o no pasar el invierno con mocos gastándome el dinero en pañuelos porque
mis defensas están bajas; y menos el euromillón, me toca de todo. Pero es la que hay.
Siempre digo que la colitis me ha enseñado a valorar muchos aspectos de mi vida, y el
tema de parejas también es uno de ellos. Pienso que me ha ayudado a escoger bien a quien
tener a mi lado, porque chicos/as, si soporta mis pedos no hay nada que no pueda soportar.